16 jun 2017

POKHARA, RAFTING EN EL TRISHULI y TEMPLO DE MANAKAMANA en NEPAL

¿Tienes unos días libres en el centro de Nepal? Te proponemos tres actividades que te enantarán para conocer un poco más la religión, la naturaleza, la aventura y la cultura de Nepal.

3 ACTIVIDADES PARA DESCUBRIR EL CENTRO DE NEPAL

POKHARA

Pokhara, conocida como la ciudad de los 12 lagos, está céntricamente situada en medio de Nepal y se está convirtiendo por ello en la base para varios trekkings, especialmente el de los Annapurnas y el de Mustang. Pero también tiene atractivos que la hacen, por si misma, una ciudad interesante para visitar.
Por un lado se trata de una ciudad bastante moderna, que ha ido creciendo alrededor del lago Phewa. El gran papel comercial que jugó desde el siglo XVII en medio de la ruta entre el Tíbet e India terminó con la anexión de este último por China, pero ha quedado compensado en parte por la gran actividad alrededor del turismo, especialmente el de aventura y trekkings.
Por doquier hay tiendas especializadas en ropa y equipamiento de montaña, souvenirs y tiendas de antigüedades, y recuerda bastante al barrio de Thamel de Kathmandú. Lo que aquí destaca son la gran cantidad de librerías (con colecciones en inglés de temas del Himalaya) y tiendas de té producido en Nepal.
Un lugar imprescindible de visita a Pokhara es el borde del lago Phewa, el segundo más largo del Nepal. En un día bueno la nieve de las montañas próximas se refleja en las aguas calmas del lago. Varias pequeñas barcas y canoas permiten recorrerlo arriba y abajo, pero cuando se llena su ribera es al caer el día, cuando los habitantes de Pokhara y los turistas van a ver como de pone el sol tras las montañas más allá del margen del lago. En medio del lago, en una pequeña isla, se levanta el templo hindú de Tal Barahi, una pagoda de dos pisos en honor a la diosa Durga.
Puesta de sol en el lago Phewa de Pokhara
En una montaña cercana, con excelentes vistas sobre la ciudad y el lago, se encuentra la Pagoda de la Paz Mundial, una de las casi cien stupas que hizo construir el monje budista Nichidatsu Fujii para conseguir la paz en 1947.
Pero el mejor punto para obtener vistas no se encuentra aquí, sino en un mirador un poco más alejado de la ciudad, el mirador de Sarangkot. Hay que subir aquí muy temprano, a partir de las cuatro de la mañana, para poder llegar a la terraza del pequeño café que sirve como atalaya para una de las mejores vistas de la Tierra: desde aquí, cada mañana, emergen de la noche las montañas del Himalaya. El ancho paisaje se abre frente nosotros para mostrarnos los picos de más de 8.000 metros del Dhaulagiri, el Annapurna y el Manaslu, y las demás montañas menores como el hiunchuli, el Machapuchare y otras decenas, de filosos picos llenos de nieve y hielo que convierten esta escena en algo que no olvidaremos jamás.
Amanece en el Himalaya
Montañas desde Pokhara
Vistas desde el mirador de Sarangkot en Pokhara

RAFTING POR EL RÍO TRISHULI

Cerca de Pokhara pasa el río Trishuli, uno de los afluentes del río Narayani que viniendo del Tíbet terminará en el Ganges en la India.
Su nombre proviene del tridente del dios Shiva, pero a pesar de no ser un río peligroso, el río Trishuli tiene unos cuantos rápidos que lo han convertido en una de las mecas del rafting de Nepal, una de las actividades de aventura que pueden combinarse perfectamente con un trekking o una visita cultural, ya que es de un nivel sencillo.
A bordo de una embarcación de goma, se puede recorrer aproximadamente durante dos horas las aguas frescas del Trishuli desde Fishling hasta Mugling. Los rápidos no son exigentes, aunque en algunos de ellos las olas pueden llegar al metro de altura y salpicar con fuertes embates  la media docena de navegantes. En algunos tramos el agua baja tan tranquila que se puede saltar al agua para ir flotando tranquilamente junto a la barca.
Hay que mirar a lado y lado del río, puesto que en algunos tramos aparecen los monos rhesus, omnipresentes en casi todo Nepal. Cuando llegamos finalmente a Mugling quizá tengamos los brazos cansados y la ropa empapada, pero la experiencia permanecerá siempre en nuestra memoria como uno de los mejores descensos de río que hayamos hecho.
Preparado para el rafting de Trishuli
Rafting en el río Trishuli
                                                                        

TEMPLO DE MANAKAMANA

Quizá entonces, favorecidos por la fortuna de que no nos haya sucedido nada malo durante el viaje queramos subir al templo de Manakamana. Se encuentra en lo alto de una montaña por encima del río Trishuli, y es considerado uno de los grandes puntos de peregrinaje de los hindúes. A pesar de tener asociado la imagen de Nepal con los templos budistas de las montañas, en realidad el 80% de la población nepalí es hinduista, mientras que los budistas solo representan un 10% de la población. 
Antes solo se podía llegar a la cima de Manakamana después de tres horas de penosa caminata por las empinadas cuestas de la montaña, pero desde 1998 un teleférico transporta a los peregrinos (y sus cargas) desde el río (a 258 metros de altura) hasta la cima (a 1.302 metros) en menos de diez minutos. El templo de Manakamana está dedicado a la diosa Bhagwati, que es una encarnación de Parvati, y es venerada desde el siglo XVII con mucha fe, puesto que la diosa concede deseos a aquéllos que vienen a rogarle.
La tradición se remonta al rey Ram Shah de los gorkhas, que murió del susto cuando se enteró que su reina era una semidiosa. La reina decidió morir en la pira funeraria de su marido, no sin antes mencionar que reaparecería en breve. Seis meses más tarde un labrero picó su arado con una piedra de la cual empezó a emanar sangre y leche. Ahí construyeron el templo a la diosa Bhagwati en recuerdo de la reina.
La estatua de la diosa Bhagwati se encuentra escondida dentro del templo y no es accesible a los no hindúes, pero el sitio vale la pena de ser visitado, especialmente la zona donde se realizan ofrendas que pueden variar desde barritas de incienso hasta cabras y gallinas que son degolladas y decapitadas por expertos carniceros.
Alrededor del templo, una serie de santones se encargan de poner tikkas a la frente de los visitantes a cambio de unas monedas, y el gentío y el olor es tan sobrecogedor que uno no puede más que maravillarse ante tanta fe mostrada por Bhagwati.

Quizá sea este el momento para encender una barrita de incienso y dejar que su humo llegue a la diosa en agradecimiento del buen viaje que nos ha brindado por Nepal…
Mujer en el Templo de Manakamana
Marcando la tikka en la frente en el Templo de Manakamana

Agradecimientos a los que hicieron posible este viaje:

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