Finalizamos
nuestra ruta por Valonia en bici con
uno de los tramos más hermosos del recorrido que acaba en la histórica ciudad
medieval de Tournai, una verdadera
joya.
De ATH a BELOEIL y TOURNAI
Con
dos de los grandes Parques Naturales de Valonia (el Parque Natural del País de
las Colinas y el Parque Natural de los Llanos del Escaut), la región de la
Valonia Picarda comprende más de 1.600 kilómetros de rutas para bicicleta muy
bien señalizadas, un paisaje siempre verde y preciosas ciudades históricas con
carácter como Tournai.
La
presente ruta sale desde el centro de Ath,
la llamada Ciudad de los Gigantes.
En la Casa de los Gigantes, una
elegante mansión que alberga también la Oficina de Información de Ath, se muestra la razón de este sobrenombre. Desde
el siglo XV se realiza anualmente en Ath la procesión de la Ducasse,
una celebración para conmemorar la consagración de la iglesia de San Julián que
ilustraba con figuras de gigantes algunas escenas bíblicas. La construcción de
estos gigantes implica el uso de madera, cartón y telas y algunos de ellos
pueden llegar a pesar más de 120 kilos y medir hasta cuatro metros de altura. El
más conocido de ellos es el gigante Goliat, contra el que cada año se enfrenta
un niño como si fuera David en un combate simbólico. El niño tiene que lanzar
una pelota y acertar un agujero entre las faldas del gigante. Si lo consigue,
la ciudad queda liberada y el público podrá ver como el gigante Goliat danza un
baile suplementario, la Grand Gouyasse. La fiesta, que se celebra en Agosto, ha
sido incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
El Castillo de Beloeil
Siguiendo
la via RAVel número 4, el camino sigue el margen del canal Blaton-Ath, un
estrecho hilo de agua que atraviesa la exuberante campiña valona. La riqueza en
agua de la provincia de Hainaut no solo se distingue en el estrecho canal, sino
especialmente al llegar a Beloeil, en forma de un enorme lago y el foso
inundado que rodean el Castillo deBeloeil. Este elegante palacio del siglo XVIII fue el resultado de la
ampliación y modificación de un castillo anterior del siglo XIV y sigue
perteneciendo a la familia de Ligne. El actual propietario, el catorceavo
Príncipe de Ligne, mantiene la casa ancestral como su residencia principal,
aunque permite el acceso de los visitantes a los espléndidos jardines y a una parte
del palacio donde existe una cafetería en la que tomar algo de comida y una
cerveza fría. En 1900, durante la celebración de la fiesta de fin de año, el
castillo se quemó por completo por accidente, pero afortunadamente toda su
colección de arte y los 20.000 volúmenes de su biblioteca pudieron salvarse.
Vuelven ahora a decorar las paredes del castillo, aunque los visitantes solo
pueden entreverlos a través de las ventanas que dan al foso inundado.
Comida en Aubechies
La
siguiente parada interesante del recorrido es en la población de Aubechies, en
la que se encuentra un parque arqueológico con restos prehistóricos y
galo-romanos en el que se han reconstruido varias casas de la Edad del Bronce y
del Hierro e incluso una villa galo-romana del siglo I d.C.
Muy
cerca del parque arqueológico se encuentra la singular taberna Saint Gery, una pequeña granja frente a la iglesia del
pueblo que fue reconvertida en restaurante y albergue decorado con multitud de
carteles publicitarios de época y herramientas del campo. La cocina es regional
y tienen una buena selección de cervezas artesanales vecinas, como la Moinette
de Brasserie Dupont.
Tournai
El
tour vuelve desde Aubechies hacia Ath, pero una desviación del camino conduce
hasta Tournai, una de las ciudades más singulares y bonitas de Valonia. Fundada
hace más de dos mil años, es una de las ciudades más antiguas de Bélgica, y
floreció especialmente durante la Edad Media. De esa época son las cinco torres
de la ciudad que le dan el mote de la Ciudad de los Cinco Campanarios. Dos de
ellos pertenecen a la Catedral de Notre-Dame, iniciada en el siglo XII y que
tiene trazos decorativos románicos y góticos. Los dos campanarios de la
catedral no son tan impresionantes como el Campanario
Civil, el beffroi, que se empezó a construir en 1188 y es el más antiguo de
Bélgica. Este tipo de campanarios, aislados y sin connotación religiosa,
servían como torres de vigilancia, señal de alarma, reloj e incluso, como en
este caso, de prisión. Remontando los 257 escalones se puede subir hasta lo más
alto, desde donde se obtienen magníficas vistas de toda la Grand Place (rodeada
de casas medievales) e incluso, ojeando a la distancia será posible incluso ver
las cercanías de Ath, el final del recorrido. Vendrán ganas de bajar de nuevo
hasta la base del campanario, montarse en la bici y seguir rodando hasta que se
ponga el sol.
-VALONIA EN BICI. De NAMUR a DINANT junto al río MOSA
Post creado con la colaboración de TBnet España y la Oficina de Turismo de Bélgica: Bruselas y Valonia www.belgica-turismo.es