12 ene 2017

QUE HACER EN ZAKOPANE (POLONIA)

Desde casi todas las calles y callejuelas de Zakopane, levantando la vista más allá de los techos de pizarra de los edificios bajos, uno puede ver, recortándose contra el azul del cielo puro, la silueta de las montañas. Los picos agrestes y rocosos de la cordillera de los Tatra dominan el valle de Zakopane, en la región de Podhale, en el sur de Polonia. Al otro lado de las montañas, más allá de las crestas afiladas, se encuentra Eslovaquia. Aquí empiezan los Cárpatos, que en dirección sureste, llegan hasta las sombrías montañas de Transilvania.
Que hacer en Zakopane
Conocida popularmente como la capital de invierno de Polonia, Zakopane es un polo de atracción turística especialmente en esta época del año, cuando la cuantiosa nieve permite abrir las pistas de esquí cercanas. Sin embargo, también puede visitarse en verano, cuando las montañas Tatra y los varios remontes mecánicos que las suben nos permitirán realizar cómodamente  un sinfín de excursiones.
El origen del pueblo se remonta al siglo XVII, cuando contaba con solo 43 habitantes, pero la industria minera y metalúrgica poco a poco la fue convirtiendo en la capital de la región de Galicia, como se llamaba entonces al sur de Polonia. La presencia del aire limpio de las montañas la convirtió en un lugar de moda para los habitantes de Cracovia que buscaban el retiro del campo a finales del siglo XIX, y se empezaron a construir ricos chalets en la ciudad y los alrededores. De esa época son las varias casas y edificios del estilo Zakopane, construidas en madera local y profusamente decoradas, que las han hecho famosas. El estilo fue iniciado por el arquitecto Stanislaw Witkiewicz, que además fue pintor y escritor.
Joseph Conrad (quien se alojó en Villa Konstantynowka), Marie Curie, Arthur Rubinstein fueron algunos de los ilustres visitantes que buscaron en Zakopane un lugar de relax en sus ajetreadas vidas.
Otros, se afincaron en Zakopane definitivamente, como el compositor Szymanowski, cuya casa (de estilo Zakopane) se ha convertido en un museo en su honor. También vivió (y murió) en Zakopane el biólogo Rudolf Weigl, el inventor de la primera vacuna efectiva contra el tifus.

¿QUE HACER EN ZAKOPANE?

  • Subir por el funicular de Gubalowka


Un funicular de 1938 (aunque renovado) conecta la ciudad con la cima de la montaña Gubalowka, a 1.123 metros de altura, un magnífico balcón sobre el valle que permite ver algunas de las vistas más sorprendentes mientras se come, bebe o relaja en los numerosos puestos. En invierno se puede bajar esquiando hasta la población.
Vistas de Zakopane desde Gubalowka

  • Subir por el teleférico de Kasprowy Wierch


Un teleférico construido en 1935 permite subir (con un cambio a medio camino) hasta los casi 1.987 metros de Kasprowy Wierch, una montaña sobre Zakopane. La subida permite apreciar el cambio de vegetación desde el bosque de pinos inicial hasta el terreno alpino y rocoso de la cima. Se llega hasta la estación construida bajo la estación meteorológica y astronómica, donde los científicos estudiaron las condiciones de los Tatra.
Aquí empieza el Parque Nacional Tatra que, junto con su contraparte eslovaca, forma parte de la red de Reservas de la Biosfera de la UNESCO por su vegetación y especies animales como el rebeco, la marmota o varios pájaros. Una serie de rótulos advierte al visitante de la prohibición de arrancar plantas o molestar a la fauna, y varios
Un camino sale de la estación para remontar una cresta y llegar en 20 minutos a la cima real del pico, desde el que se distinguen unos cuantos lagos de gran belleza.  
El teleférico de Kasprowy Wierch

Guarda del Parque Nacional Tatra

  • Probar el queso Oscypek

Este queso tradicional de Zakopane, de la zona de montaña de Polonia está hecho con una mezcla de leche de vaca y oveja, con un poco de sal. Se les da la forma de cilindros o husillos en bloques de madera y se les ahúma durante 14 días para darles un toque especial. Son sabrosos hechos a la parrilla y en las numerosas paradetas donde los venden les añaden también un toque de mermelada de arándanos.  


  • Probarse un sombrero Goral

El pueblo tradicional que habitaba Zakopane eran los Goral, cuyos vestidos tradicionales todavía son usados en ceremonias especiales, conciertos o bailes folclóricos. Consistían en vistosos vestidos con brodados de colores y un sombrero de fieltro decorado con plumas y conchas de caurí (Cypraea moneta), algo curioso si se tiene en cuenta que provienen del Océano Índico.

  • Visitar Villa Koliba

El primero de los edificios diseñados por Stanislaw Witkiewicz en el estilo Zakopane fue Villa Koliba, construida para Zygmunt Gnatowski entre 1892 y 1893. Se trata de un edificio de madera, inspirado en la arquitectura de los Cárpatos, y que ahora alberga el Museo del Estilo Zakopane.
Villa Koliba

  • Visitar Villa Atma, el museo Szymanowski

La casa de madera en la que vivió el compositor Karol Szymanowski, Villa Atma, es ahora el museo que lleva su nombre y que trata sobre su obra y su vida. Es considerado uno de los grandes compositores polacos y su música fue parcialmente influenciada por la música tradicional folclórica Goral. En un artículo que tituló “Sobre la Música Goral”, escribió que “mi descubrimiento de la belleza esencial de la música, danza y arquitectura Goral me ha afectado muy personalmente; mucha de esta belleza la he absorbido en mi alma más profunda”.  Szymanowski vivió en Villa Atma de 1930 a 1935, mientras se refugió en el pueblo buscando curar su tuberculosis.
Villa Atma

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