3 jul 2016

RETO DIABLO BURGER en RIBS

Mi amigo Francesc es inmune al picante. Dice que cuando era pequeño y decía palabrotas, su mamá le untaba la boca con chile, y como decía muchas, al final acabó acostumbrándose. Desde entonces cualquier salsa picante que encuentro se la doy para probar cuando le invito a casa a ver si consigo que se le escape alguna lagrimita o como mínimo que diga que la nota un poco picante. Pero hasta el momento ha sido un esfuerzo totalmente infructuoso. Ya sea salsa de habanero, salsa huichol o de chile de árbol, no hay manera que le pique ni tan siquiera un poco. Pero es normal. Dice que una vez en México le ganó a un mexicano un concurso de a ver quién podía comer más jalapeños
Lo bueno de tantas pruebas es que yo mismo me he ido aficionando al picante, y desde las primeras guindillas a los últimos manzanos, he conseguido que incluso me gustara. Pero el reto de encontrar algo que pique a Francesc aún dura.
Por ello cuando mi amiga Karla me dijo que había superado un reto de comer picante, la escuché con atención. Ella es mexicana y le gusta el picante, por lo que cuando me dijo que la hamburguesa Diablo Burger de RIBS picaba de verdad, me la creí sin dudarlo. ¿Sería esta una salsa suficiente para hacer llorar a Francesc?
Reto Diablo Burger RIBS
Antes, pero, tenía que probarla yo, especialmente cuando en este restaurante de Barcelona proponen el plato como si fuera un reto: quien consigue comerse toda la hamburguesa (incluida la guarnición) supera el reto y recibe una camiseta (o un sombrero si se han terminado) de regalo y un vale para una próxima hamburguesa (que no sea picante), además de poder figurar con la foto en el Wall of Fame del restaurante.
Así que, sin dudarlo, me fui para el restaurante Ribs de Doctor Fleming con mi familia y la de Karla, que tenía que cobrarse su hamburguesa gratis y mostrar orgullosa su camiseta de superviviente a la Diablo.
El ambiente es totalmente americano, como si uno se metiera de lleno en una película de cowboys o parara en un bar de carretera de aquellos en que se  juntan camioneros y motoristas.
La Diablo Burger se encuentra al final de la carta, con su publicidad del reto y una foto que en realidad es una versión suavizada de lo que vendrá después. Cuando la pido al camarero, levanta una ceja y pregunta:
–¿Estás seguro? Pica mucho… 
–Totalmente seguro… –le respondo, aunque en mi fuero interno empiezo a tener mis dudas.
Cuando traen el plato, veo las puertas del infierno abiertas: flotando en un mar de lava picante la hamburguesa apenas se distingue. Como pequeños tropezones imbuidos en la salsa, las pepitas del chile amenazan en desatar llamaradas en mi estómago.
Huelo la salsa y mi cabeza empieza a rodarme. ¡Ahí voy!
Reto Diablo Burger

La combinación de chiles la hace especialmente picante: chile habanero, de árbol, manzano y cayena. Incluso cuando la preparan tienen que hacerlo fuera de la cocina porque si no la mitad de los cocineros empiezan a llorar.
Corto a pedacitos la hamburguesa. He descubierto que lo que pica más es en los labios y la lengua, por lo que mi técnica consistirá en engullir más que en masticar la hamburguesa. Pedazo a pedazo me la voy zampando, picando aquí y allá alguna patata frita y sorbiendo algún trago de cerveza fresca… Y poco a poco la hamburguesa va desapareciendo del plato. Por unos momentos, cuando ya estoy a punto de llegar a la mitad, me parece que tengo ganas de vomitar, pero las supero y al llegar a la mitad ya sé que lo conseguiré. Con paciencia y la boca en llamas, empiezo a engullir los últimos restos y cuando el último trozo desaparece en mi boca, alzo los brazos en señal de victoria. Las patatas son para suavizar la boca, aunque no aprecie su sabor.
Comiendo la diablo burger
Cuando llega el turno del café, me pido uno americano (como el de las pelis), y empiezo a recuperar el estado normal de mi lengua hinchada
Café Americano
El gerente del restaurante me trae el sombrero que me gané con tanto esfuerzo y el vale para la siguiente hamburguesa. Seguro que no será una Diablo de nuevo. La próxima vez, quiero poder apreciar el sabor.
Por último, llega el momento del Wall of Fame en el que me toman una foto en la Harley que tienen junto a la cocina. La foto irá después en el marco en el que se encuentran los otros Survivors que han conseguido el reto (solo unas cinco personas a la semana, me asegura el gerente).
Ribs Diablo Burger survivor
Wall of Fame
Cuando nos marchamos del restaurante, yo con mi flamante sombrero vaquero en la cabeza y el vale en la cartera, me vienen a la cabeza dos preguntas:
¿Cuántos vasos de leche me deberé tomar para apagar el ardor de estómago?
Y la más importante…

¿Será suficiente reto la Diablo Burger para Francesc?

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