Tetuán, La
Paloma Blanca del Norte de Marruecos, destaca como ciudad andalusí cerca de
Tánger y Ceuta. Ciudad alegre, bulliciosa y abierta, se ha hecho
especialmente conocida en los últimos años por ser una de las localizaciones
principales de la novela El tiempo entre costuras de María Dueñas y también de la serie del
mismo título inspirada en el libro que rodó Antena 3.
Para
los que no hayan leído la novela (o visto la serie), baste decir que El tiempo
entre costuras narra la vida de una joven modista madrileña, Sira Quiroga, que antes de la guerra
civil española monta un taller de alta costura en Tetuán, donde conocerá
intrigas, amores, espías y peligros por el norte de Marruecos. El libro tuvo
muy buena acogida entre el público y fue traducido a más de 25 idiomas. La
serie, todavía popularizó más la obra y, por haber sido rodada en escenarios
reales de Tánger y Tetuán, ha creado un turismo televisivo y literario de
visitantes que buscan descubrir los lugares reales que pisó el personaje
inventado de Sira Quiroga.
En
Apunts de Viatge te descubrimos cuáles de estos sitios, y muchos más puedes ver
en una visita a
TETUÁN, LA CIUDAD DE EL TIEMPO ENTRE COSTURAS
Tetuán
fue la capital del Protectorado español de Marruecos de 1913 a 1956, por lo que
entre sus calles todavía puede verse gran parte del legado de España durante
este período.
Fue también
Tetuán uno de los escenarios más conocidos de la Guerra de África entre España y Marruecos de 1859 y 1860, que
culminó con el Tratado de Wad Ras
firmado en la ciudad.
La
ciudad de Tetuán puede dividirse a
grandes trazos en dos partes: la vieja medina y el ensanche español moderno.
LA MEDINA DE TETUÁN
Ya
había humanos en la región en hace más de 7.000 años, y la primera constancia
que tenemos de un asentamiento en la ciudad es del siglo III a.C. cuando los
fenicios ya habían construido algunos edificios. Luego llegaron los romanos,
pero cuando realmente empezó a sobresalir Tetuán fue a partir de 1305, cuando
el pueblo bereber fue fortificado por Abu Tábit, un benimerí, para contrarrestar
la cercanía de los portugueses en Ceuta. Con la ciudad ya en marcha, empezaron
a llegar los refugiados de el Al Ándalus en 1483, tanto musulmanes como judíos
sefardíes expulsados de la Península, y con el dinamismo de Sidi Al-Mandari la
ciudad floreció. Se establecieron en el
corazón de la medina, en el barrio que los lugareños llaman bled (el pueblo). Aún quedan muchas fuentes,
pasos, casas, mercados, mezquitas y baños de esa época en la medina vieja. Es
por ello que la Medina de Tetuán ha sido
declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El
barrio del mellah fue el barrio judío de Tetuán. Ya no queda ninguna
sinagoga, y los judíos sefardíes ya hace tiempo que marcharon a Israel, pero
aún quedan algunas de sus viejas casas y palacios, y en algunas de sus puertas
todavía se ve el espacio que ocupaba, en el marco, la mezuzá judía que contenía
el pergamino protector de la casa.
Para
visitar Tetuán adecuadamente hay que hacerlo en los mercados, los zocos,
deambulando sin prisas por las paradas de pescado, de curtidos, de aceitunas y
dátiles, de mandarinas (tangerinas), del pan y de los pasteles, de los
souvenirs y los muebles,… Hay que dejarse conducir por el instinto entre el
laberinto de calles y callejuelas, de cul-de-sacs y pasajes, de plazoletas y
porticados que definen una de las mejores medinas de Marruecos.
EL ENSANCHE ESPAÑOL
Con
la ciudad pacificada, a partir de 1917 se empieza a construir un ensanche donde
poder instalar los edificios del gobierno del Protectorado: iglesias, Correos,…
De esa época quedan muchos edificios, construidos según el estilo imperante en
aquél entonces en Andalucía: el neomozárabe. Su principal diseñador fue Carlos
Ovilo, arquitecto español nacido en Tánger. De esa época son la Iglesia de la
Victoria (junto a la plaza de Mulay El
Mehdi, el Edificio de Correos
(hoy consulado español en Tetuán), el edificio de la compañía de seguros de La Unión y el Fénix, el Cine Español, el café Ocho Ríos, el Instituto Cervantes, todos ellos testimonios caducos del paso de
los españoles…
EL PALACIO REAL
En
medio del Ensanche y la Medina de Tetuán, aunque forma parte en realidad de la
Medina, está el Palacio Real de Tetuán,
una construcción moderna que edificó el rey Hassan II (el padre del actual rey)
para poder venir a visitar la ciudad. El palacio lo construyó encima de lo que había
sido la Alta Comisaría española y ensanchó la antigua Plaza del Feddán para
construir el enorme espacio abierto delante de la puerta del palacio.
Seguro
que el seguidor de la serie de El tiempo entre costuras recordará
muchos lugares que salían por televisión. O el lector quizá imaginará que la
Sira de su novela podía vagar por esas mismas callejuelas por las que estará
caminando. El viaje por la historia, aquí en Tetuán, está asegurado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario