30 may 2016

EXPLORANDO EL SALAR DE UYUNI

Blanco, ancho y a una altura que dificulta la respiración, el Salar de Uyuni es, con más de diez mil kilómetros cuadrados, la mayor extensión de sal del mundo. Es tan grande que puede verse desde el espacio. Situado en una de las regiones más remotas de Bolivia y a 3.660 metros de altura, visitarlo no es fácil. Quizá es por ello que el salar es sinónimo de aventura pero sobre todo también de recóndito, lejano y sobrecogedor por sus dimensiones.
Pero el Salar de Uyuni está lejos de ser solamente un desierto de sal. Es no solo un paisaje extraordinario, sino también el mayor reservorio de litio del mundo, con casi el 60% de las reservas del planeta para un elemento crucial para la fabricación de baterías. Es por ello que es también posiblemente la mina abierta  más grande del mundo, con extracción de mineral continua por varias compañías mineras.
Para visitar el Salar de Uyuni lo mejor es contratar un tour guiado que sale de la población de Uyuni (que da nombre al Salar). Aquí es donde vive la mayoría de los que se dedican a la extracción de la sal, y donde se podrá encontrar la compañía de turismo que se encargue de realizar el tour (hay varias empresas todas más o menos con el mismo recorrido).

Explorando el Salar de Uyuni se puede ver:

  • Cementerio de trenes: En las afueras de la población de Uyuni se encuentra un tramo de vías sin uso donde se han ido acumulando viejas locomotoras descartadas cuyo acero se va decolorando bajo el sol y oxidando en el frío del altiplano. Son varias locomotoras de vapor de entre finales del siglo XIX y principios del XX, abandonadas a medida que se iban haciendo viejas. La ciudad de Uyuni fue creada en 1889 y el siguiente año ya llegó el primer ferrocarril desde Chile. 
  • Extracción de sal: Poco después de adentrarnos en el Salar de Uyuni es cuando se empieza a ver el aprovechamiento económico de la gran acumulación de sal, litio, magnesio, boro y potasio. La capa de grosor de sal puede llegar a tener hasta 120 metros de profundidad, por lo que la aunque parezca que se extrae mucha sal en realidad no es nada comparado con la que aún queda. La sal se extrae poco a poco y se deja amontonada en pilones para que se seque para posteriormente ser cargada en grandes camiones.
  • Salar de Uyuni: A partir de las salinas ya no hay camino para adentrarse en el extenso Salar de Uyuni, que se extiende hasta el horizonte como una irreal superficie blanca sin fondo. Aquí es necesario el conocimiento del conductor especializado para no perderse o acabar dando vueltas sobre el mismo lugar.
  • Islas: Como pequeñas islas de piedra en un océano de sal blanca, se levantan en medio del Salar unas cuantas montañas recubiertas por grandes cactus que pueden llegar hasta los 10 metros de altura. Una de las más famosas es la isla del Pescado, llamada así porque tiene forma de pescado alargado. Los cactus gigantes (Echinopsis atacamensis) son especialmente bellos a la salida o la puesta del sol, cuando toman el color dorado de la luz. Otra isla importante de la zona, que incluso tiene una pequeña construcción con un centro de acogida y una tienda, es la isla Incahuasi, a 22 kilómetros de la del Pescado.
  • Hotel de sal: situados a la orilla del Salar de Uyuni hay unos cuantos albergues u hoteles donde poder dormir que están construidos con la piedra local: grandes bloques de sal usados como ladrillos que les dan un toque irreal a las paredes de las habitaciones. Aunque parezca que se vayan a caer de un momento a otro, son resistentes e incluso hay quien dice que dormir en ellas es beneficioso para los bronquios. Se sirven también comidas y cenas, y es obvio que aquí nunca va a faltar sal para la sopa.
  • Árbol de Piedra: en el desierto de Siloli, cerca del Salar de Uyuni, se encuentra esta curiosa formación geomorfológica de cinco metros de altura, en forma de seta rocosa y llamada el árbol de piedra aunque no sea un fósil arbóreo. Es posible encontrar nieve dependiendo del año, con lo que todavía se ve con formas más exageradas.
  • Reserva de Fauna Andina Eduardo Avaroa: en la esquina más suroccidental de Bolivia se encuentra esta reserva nacional de fauna, en cuya extensión se encuentran varios elementos paisajísticos de incomparable belleza, como montañas, lagos y géiseres y animales andinos. Es fácil encontrar por la zona familias de vicuñas, los parientes salvajes de las alpacas. Por los alrededores también hay zorros, pumas y vizcachas.
  • Laguna Colorada: es uno de los lagos más bellos de la Reserva de Fauna Eduardo Avaroa, y un lugar de los mejores para ver alguna de las tres especies de flamencos que vienen a descansar y alimentarse en sus aguas. El nombre le proviene de los colores rojizos de las algas que pueblan sus aguas.

Una visita al Salar de Uyuni siempre promete ser una ventana abierta a una de las zonas más fascinantes de nuestro planeta. ¿Y tú? ¿Ya lo has visitado?


Puedes escuchar las recomendaciones para visitar el Salar de Uyuni que dimos en el programa que le dedicamos en La Buena Tarde de Radio Asturias:
LA_MALETA_LA_BUENA_TARDE_-_RTPA_-_SALARUYUNI.mp3

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