28 abr 2017

DESIERTO DE TUNEZ

Hay algo casi irreal en un amanecer en el desierto, cuando poco a poco el frescor de la madrugada remite y la luz empieza a pintar de azul la bóveda negra del cielo para bañarla de naranja al poco rato. El silencio acompaña esos momentos con una quietud que parece de otro planeta, como si esas arenas rojizas pertenecieran a Marte y no a la tierra. Y sin embargo, al levantarse el día, se empiezan a distinguir trazas de vida aquí y allá: las huellas de un pequeño pájaro que vagó por las dunas, o el rastro de un escarabajo avanzando por la arena, o cuatro matojos desgarbados en la hondonada entre un par de grandes pilas de arena,…
DESIERTO DE TUNEZ

Aquí te contamos como es el

DESIERTO DE TUNEZ 

Túnez es el país más pequeño del Magreb, pero no se queda corto en cuanto a atracciones respecto a sus hermanos mayores: ciudades, medinas, playas y, sobre todo, desierto. Aproximadamente el 40% de su extensión se adentra en el Sahara septentrional, especialmente en la región de Tataouine. Y sin embargo, aquí la población mantiene una relación estrecha con el desierto: habita en sus oasis e incluso aprovecha todos los recursos que este les brinda. En este post te contamos algunas de las cosas que puedes hacer en el desierto de Túnez.

Dunas del desierto

A diferencia del Sahara marroquí o algeriano, el de Túnez es menor, con dunas más pequeñas por las cuales el pasear es menos dificultoso. Túnez tiene una cara amable del desierto, en el que se puede tener contacto por primera vez con el eterno mar de arena sin miedo. Incluso se organizan travesías (siempre guiadas, eso sí) en camello para atravesar el Gran Erg Oriental, la zona de dunas que se encuentra limítrofe con Argelia.


Un sitio perfecto para verlas y poder andar por las dunas es el Campamento Zmela, un puesto avanzado de la civilización en medio del desierto pero que dispone de las comodidades necesarias: tiendas de campaña, camastros, comedor y baños. Un sitio especialmente atractivo para vivir de primera mano las puestas y salidas de sol en el desierto.

Conversando con bereberes de Zmela


Tienda en el campamento Zmela
Té tunecino

Ksar Ghilane

No muy lejos de aquí se encuentra el oasis de Ksar Ghilane, el más meridional de Túnez y una de las principales puertas del Sahara. Una surgencia de agua termal (a 40ºC) alimenta los campos de dátiles y los campos de pasto para ovejas y cabras que crían algunas pocas familias locales. Pero desde hace unos años Ksar Ghilane está tomando protagonismo como un lugar de aventura para empezar a conocer el desierto: excursiones a caballo o en camello se adentran en la arena y las dunas desde aquí.
Oasis de Ksar Ghilane
Parecería que aquí terminaba el mundo, pero para muchos, empezaba: desde aquí salían las caravanas que llegaban a Argelia, Marruecos o incluso a Tombuctú. Por ello los romanos construyeron aquí un fuerte en el siglo II d.C., Tisavar, para proteger a las caravanas y los límites meridionales de su imperio de los ataques del desierto.  Con el tiempo, sería abandonado y olvidado bajo las dunas. Hoy en día sigue en pie, sin embargo, y es una de las grandes excursiones que se pueden hacer en quads desde Ksar Ghilane, para contemplar como el paso del tiempo y el olvido han condenado uno de los más alejados puestos del Imperio Romano. Una inscripción en latín en el dintel de una puerta marca las plegarias que los soldados destinados a ese rincón de África elevaban al dios principal:  Iovi Optimo Maximo Victori (Júpiter, el mejor, el más grande, el victorioso). El fuerte fue construido en el año 184 y no fue redescubierto hasta la llegada de los franceses, con el Comandante Lachouque en 1885. También los franceses destinaron en la región a sus soldados para proteger su territorio, de las tribus bereberes y tuareg y de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial. A un kilómetro del fuerte se encuentra un pilar conmemorativo con una inscripción que recuerda el triunfo de las tropas del General Leclerc en la Batalla de Ksar Ghilane de 1943.
Fuerte romano de Tisavar
Fuerte de Tisavar


Descubre en este video cómo se puede llegar al fuerte de Tisavar en quad desde Ksar Ghilane, una aventura en el desierto sin igual:

Pastores de ovejas y camellos

En la larga carretera que lleva del desierto al mar la transición entre la arena del desierto y la de la playa se hace pasando por un terreno pedregoso que parecería no poder albergar ningún tipo de vida. Pero lleno de pequeños arbustos aquí y allá, esto es pasto suficiente para varios rebaños de camellos salvajes y ovejas domésticas. Estas últimas van siempre vigiladas por pastores seminómadas que viven de la tierra mientras acompañan al rebaño. Algunos de ellos van armados para enfrentarse a los lobos que dicen que aún viven en el desierto, beben de los pozos profundos y se alimentan del pan del desierto que cuecen entre brasas bajo la arena (al estilo del que suelen preparar en el campamento Zmela).
Camello en el desierto de Túnez
Pastor de ovejas en el desierto de Túnez

Ksar Haddada

Cuando un joven americano llamado George Lucas vino a pasar unas vacaciones a Túnez, quedó prendado de la belleza árida de su parte desértica, y cuando años más tarde filmó la que sería su obra maestra, vino a rodar algunos exteriores aquí. George Lucas situó la casa de Luke Skywalker en su Star Wars en una de las casas excavadas en la roca de Matmata, y tomó el nombre tunecino de la región, Tataouine, como base para llamar al planeta que habitaba como Tatooine. Con las posteriores partes de la película, Lucas regresó a Túnez en varias ocasiones, y para Episodio I, La Amenaza Fantasma, utilizó los exteriores de las ghorfas de Ksar Haddada como residencia de la madre de Annakin Skywalker (el padre de Luke).
A causa del gran éxito de la película, cada vez más turistas querían visitar el sitio, así que los antiguos graneros fortificados fueron reconvertidos en habitaciones de un hotel de lujo en el que uno puede sentirse como si habitara en una de las casas de Mos Espa.
Ksar Haddada
Bereber en Ksar Haddada
Ghorfas en Ksar Haddada
Habitación del hotel de Ksar Haddada


Chenini y Ksar Hallouf

En la ruta entre el desierto y el mar se pasa por zona montañosa en la que destacan algunos poblados, como las ruinas de Chenini, construido en la cima de una montaña y de la cual destaca la blanca silueta de una mezquita a la entrada de la vieja ciudadela o kalaâ, que se levantaba sobre un risco protector. Aquí los bereberes mantenían su grano en los ksour (graneros fortificados) para poderlo guardar seguro mientras ejercían su nomadismo. George Lucas utilizó también el nombre de Chenini para una de las dos lunas del Planeta Tatooine.
Chenini

Otro ksour importante, de más de un centenar de ghorfas, es Ksar Hallouf, en el oasis del mismo nombre. Aquí incluso un pequeño edificio esconde un molino de grano, semi-subterráneo bajo el suelo, que era accionado por la fuerza de un camello o un asno. La necesidad produce inventiva, y aquí la gente tenía sin duda ingenio para sobrevivir en estas condiciones. 
Ksar Hallouf
Oasis de Ksar Hallouf
El desierto por definición es estéril, agreste, muerto, duro,… pero también es serenidad, belleza, calor e incluso vida. Todo, como siempre, depende de cómo se mire.

Más información:

#TrueTunisia

21 abr 2017

QUE VER EN DJERBA (TUNEZ)

Playas de ensueño de arena fina bañadas de un agua transparente, hoteles con todas las facilidades, excursiones de interés cultural e histórico en los alrededores y un sol constante. Parece que estemos hablando del Caribe, Maldivas o  Mauricio, pero hay algo distinto en estas playas: en la arena mojada por el mar se pueden ver unas pisadas redondas que parecen platos. Si levantamos un poco más la vista podremos ver a su dueño, un dromedario,  y al dueño de éste, un bereber, que se nos acerca para proponernos una excursión a lomos del camello. Estamos en el Norte de África, y estas playas de ensueño se encuentran en la Isla de Djerba de TÚNEZ, a poco más de dos horas de vuelo de España.
QUE VER EN DJERBA TUNEZ
Djerba es distinta. Diferente a otras islas del mediterráneo e incluso al resto del país. La isla de Djerba es pequeña (apenas 514 kilómetros cuadrados distribuidos en una isla aproximadamente redonda de 15 por 20 kilómetros) pero sin embargo es la isla más grande del norte de África y un mundo aparte y casi legendario, con playas que parecen del paraíso.
Playa en Djerba
Paseando por la playa en Djerba
Aquí te explicamos...

QUE VER EN DJERBA (TUNEZ)

Algunos autores sitúan a Djerba como la Isla de los Lotófagos en la que Ulises y sus compañeros naufragan durante la Odisea de Homero. Lo que sí que es cierto es que ya los fenicios en el siglo IV a.C. habían recalado en sus playas estableciendo puertos comerciales, y se tiene constancia de un texto antiguo de esa época que describe el viaje de Escílax de Carianda y menciona por primera vez a Djerba, ya en esa época como una isla que:
Produce mucho aceite, que se obtiene de los olivos silvestres; la isla también produce muchos frutos, trigo, cebada, y la isla es fértil.

Esa fertilidad aún se aprecia hoy en los grandes campos de olivos y palmeras plantadas en el interior y en las aguas costeras donde abunda la pesca y que atrajeron también a las primeras potencias interesadas que construyeron los monumentos que aún hoy se aprecian.
Bienvenue à Djerba

Calzada romana de Djerba

Los romanos enlazaron la isla con el continente a través de una larga calzada de unos seis kilómetros de largo que aún es utilizada no solo para los vehículos sino también por un par de tuberías por las que se suministra agua a la isla. A pesar de los casi 4.000 pozos que hay en toda la isla, el agua es escasa y hay que complementarla con agua traída de tierra firme. En la carretera y en los puentes bajo los cuales pasan los centenares de pequeñas barcas de pesca de madera, normalmente se ponen algunos pescadores con sus cañas.
Calzada de los romanos
Pozo en Djerba

Mezquitas

Los árabes invadieron Djerba en 665 d.C. dirigidos por Ruwaifa ibn Thabit Al Ansari, un compañero del profeta Mahoma. Ahí se establecieron e introdujeron el Islam, aunque en Djerba se practica según la escuela ibadí (una de las primeras disociaciones del islam). Es el credo principal de Omán, pero también de la isla de Djerba, a diferencia del resto de Túnez, de mayoría sunita.
Esta diferencia religiosa se nota principalmente en la arquitectura de las mezquitas de Djerba (hay más de 300, de las cuales en funcionamiento son más o menos la mitad), ya que están construidas según la estética ibadí: sencillas, sin florituras, austeras y con los minaretes siempre de acceso por el interior de la sala de oración.  
Algunas incluso son semisubterráneas, con la mayor parte bajo tierra, y la mayoría tenían grandes paredes para poder servir como puntos defensivos del territorio.
Mezquita en Djerba

Castillo de Borj el Kebir (Borj Ghazi Mustapha)

De 1134 a 1160 los normandos de Sicilia consiguieron arrebatar la isla a los árabes, pero no duraron mucho. No sería hasta 1284 en que Djerba volvería a manos cristianas, esta vez bajo las tropas del almirante italiano criado en la corte de los reyes de Aragón en Barcelona, Roger de Llúria. Llúria construyó un castillo aún visible (el Castelló, llamado Borj el Kebir o también Borj Ghazi Mustapha), que después sería ampliado por Ramon Muntaner (nombrado gobernador en 1311). Después de muchas revueltas, los aragoneses tuvieron que abandonar el castillo en 1335 y desde entonces se sucedieron españoles, turcos y piratas como Barbarroja

Entre el castillo y el puerto se encuentra un pequeño obelisco que marca el lugar en el que, entre 1560 y 1848 se encontraba una enorme columna de calaveras, Borj er Rous, de once metros de altura construida con los cráneos de los miles de soldados cristianos que murieron bajo el ejército del pirata Dragut cuando conquistó el castillo en 1560 y ganó la batalla naval de Los Gelves
Barracón en Borj el Kebir en Djerba
Borj el Kebir por dentro en Djerba

Djerba Explore Park

Djerba tiene también un parque recreativo aunque en lugar de atracciones de feria en este, el Djerba Explore Park, se encuentran varias reproducciones de casas tradicionales (Houch y Menzel) tunecinas e incluso un cocodrilario donde se crían cocodrilos del Nilo.
Cocodrilo en Djerba
Parque Djerba Explore
Al lado, se encuentra el museo Lalla Hadria, repleto de objetos desde Persia a Al-Andalus y de más de mil años de antigüedad repartidos en 15 salas.
Menzel en Djerba

Houmt es Souk

La principal población de Djerba es Houmt es Souk, una animada ciudad de 80.000 habitantes con un zoco de callejuelas laberínticas con tiendas de recuerdos, objetos de cerámica, especias y esponjas marinas. 
Artesano grabador en Djerba
Babuchas en Djerba
Especias en Djerba
Vendedor de vestidos en Djerba
Una de las grandes atracciones del mercado es el zoco del pescado, un lugar donde cada día se subasta el pescado fresco capturado por la noche y la mañana. Sentados en altas sillas, los subastadores dan voces para los lotes de pescado (a menudo enlazados los peces entre sí con cuerda de palmera).
Subastador de pescado en Djerba
Barco de pesca en Djerba
Comida de pescado en Djerba

Cerámica y alfarería de Guellala

En la ciudad de Guellala, al sur de la isla, existe un Museo de Artesanías, y es que en esta pequeña población se mantiene aún una de las actividades más reconocidas de Djerba, la alfarería tradicional: platos, tajines, tazas, ollas,… llevan los diseños bereberes pintados o esculpidos. La alfarería en Djerba se remonta a la época romana. Incluso también hay algunos detalles curiosos, como los camellos mágicos, en cuyo interior se mezclan líquidos vertidos por dos oberturas contrapuestas sin verter una sola gota. Varios talleres junto a la carretera muestran al visitante como se producen las vasijas, tazas, ollas y platos que después venden a precios muy buenos.  
Alfarero en Djerba
Camellos mágicos en Djerba
Demostración de camello mágico en Djerba
Niño y camello en Djerba
Souvenirs de cerámica en Djerba

¿Y tú, cuando piensas visitar Djerba, en Túnez, para descubrir todo lo que te estás perdiendo?

Más información: www.turismodetunez.com

#TrueTunisia

20 abr 2017

SANT JORDI amb TERRES DEL NORD i TIERRAS DEL NORTE

Un any més arriba Sant Jordi i els carrers de Barcelona i de les ciutats i pobles de Catalunya s'ompliran de paradetes de llibres i roses.
I un any més aprofitarem la jornada del 23 d'abril per a poder estar més a prop dels nostres lectors. Per als que vulgueu tenir un exemplar dedicat de TERRES DEL NORD o de la versió en castellà TIERRAS DEL NORTE, podeu venir a la parada de llibres de l'Obrador d'Històries, a Rambla de Catalunya 133 (just davant de la Diputació de Barcelona, al costat de la Diagonal), on m'hi podreu trobar de 15:30h a 16:30h per a signar els llibres que m'ha publicat Nova Casa Editorial
Us hi espero!


12 abr 2017

TIERRAS DEL NORTE en NOMADAS RNE


NOMADAS, RNE, YUKON
El pasado 2 de abril Álvaro Soto, el director del programa NÓMADAS, de RNE, y Esther García me entrevistaron en el programa especial sobre el YUKÓN.
El extremo noroccidental de Canadá es un territorio frío, salvaje y de una belleza sublime. Glaciares, lagos, altas montañas y sinuosos ríos conforman el paisaje del Yukón, destino de peregrinación de cien mil buscadores de oro en los últimos años del siglo XIX. Una fiebre pasajera y fugaz pero muy productiva: dos ciudades nacieron al calor del metal precioso. Dawson City ‒que pese al nombre hoy sólo tiene rango de pueblo‒ y Whitehorse ‒la capital‒ son curiosas poblaciones de ribera que todavía conservan interesantes vestigios del furor minero. Nos acompañan en este viaje por la Norteamérica más extrema y desconocida Jessica Ruffen, responsable de marketing de la oficina de turismo del Yukón; Courtney Wheelton, portavoz del Kwanlin Dün Cultural Centre de Whitehorse; Jordi Canal-Soler, escritor y autor de TIERRAS DEL NORTE; Diego Cobo, periodista viajero; y Alicia Sornosa, motoviajera y autora de '360 grados: una mujer, una moto y el mundo'.

Podéis descargar el archivo así como ver más información sobre el viaje a través de la web del programa: NÓMADAS.

Audio: NOMADAS-YUKON.mp3

9 abr 2017

ALEXANDER SELKIRK, el verdadero ROBINSON CRUSOE, en HISTORIA NG


Ya está en los kioskos el número de abril de la revista HISTORIA NATIONAL GEOGRAPHIC, en la que este mes se publica mi artículo "Alexander Selkirk, el verdadero Robinson", donde relato la historia del náufrago Alexander Selkirk, abandonado en una isla delante de las costas de CHILE en 1704 y que sirvió de inspiración para el personaje de Robinson Crusoe en la novela de Daniel Defoe.
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