Marcho. Vuelvo a partir. Y esta vez más lejos. Vuelo hacia Nepal, un país que para mí guarda aún los misterios de las profundas gargantas excavadas por los ríos y las cimas aún no pisadas por el ser humano; un país poblado por tribus y pueblos todavía poco conocidos por el mundo occidental y, si acaso hacemos caso de las leyendas, por el mismo Yeti.
Y viajo atraído por las viñetas de los cómics de Tintin que me inocularan de pequeño las ansias de viajar, de ver otros sitios y de contactar con otras gentes y otras realidades. Pero viajo sobre todo con un fin: desvelar la duda y reprender el error.
Y es que ahora, es el mejor momento para viajar a Nepal. No solo para gozar de uno de los países más acogedores de Asia, sino, sobre todo, para ayudar a los nepalíes.

Pasados dos años, el país se ha recuperado ya, la mayoría de los monumentos han sido reconstruídos y la mayor parte de las infraestructuras se han recuperado, gracias en gran parte a las ayudas económicas recibidas de todo el mundo y a las que también contribuyó, de alguna manera, Tintin.
Pero todavía falta algo para recuperar: el turismo de Nepal.
El miedo entró en la mente de los turistas cuando el terremoto sacudió el país, para no irse fácilmente. Se mandó ayuda para la reconstrucción, pero a la hora de decidir destino en el Himalaya, se prefería el Tíbet o India antes que Nepal para evitar encontrarse con hoteles sin corriente o stupas con andamios...
Dos años después del terremoto, la gente sigue sin pensar en Nepal como destino turístico. Solo los amantes del trekking más acérrimos se atreven a pisar Katmandú para dirigirse hacia las montañas.
Pero dos años es demasiado tiempo. Es hora de Nepal. A eso voy a redescubrirlo. Y a difundirlo.
Volaré hacia Katmandú como lo hiciera Tintin en los cómics, pisaré Katmandú buscando el chile más fuerte como el capitán Haddock, me iré a caminar por las montañas de Pokhara con un trekking y me adentraré por las selvas de Chitwan... Lo hago en buena compañía, con Viatges Independents & Trekkings y Turkish Airlines. Estaré bien protegido. Me llevo una gorra y un tubular de WindXtreme. Modelo Nepal, claro.
Es tiempo de Nepal.
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