Me
gustan los zoos. Como niño, pasé en el Zoo deBarcelona muchos domingos inolvidables en los que veía los
animales de mis cuentos e historias favoritas y me parecía estar más cerca de
esas selvas, bosques, lagunas y mares que mes fascinaban. No tengo la menor
duda de que esas excursiones al Zoo con mis padres y hermanos fueron parte de
lo que me inspiraron a estudiar Biología (junto con Darwin, claro), y por ello
tengo especial afecto a todos los parques zoológicos y dondequiera que vaya los
visito. Mi trabajo como periodista de viajes también ha ayudado, así que
conozco a muchos de ellos en el mundo. Algunos magníficos, como el de Singapur;
otros de condiciones lamentables, como el de Trivandrum en el sur de India.
Y algunos de los más añejos como el de Londres o Nueva York.
Así
que tenía especial curiosidad para conocer el BIOPARCValencia, el antiguo Parque Zoológico de la ciudad transformado
en uno de los zoos más interesantes del panorama mundial desde su inauguración
en 2007. Aquí te explico que puedes ver en una
VISITA A BIOPARC VALENCIA
Actualmente
un Parque Zoológico solo tiene sentido para tres propósitos: recuperación de
especies amenazadas, formación - estudio científico y divulgación. En un mundo
cada vez más crítico con la gestión de la naturaleza, una gran parte del sector
público ha empezado a emitir voces en contra de los zoológicos: ¿por qué, en
una sociedad tan avanzada en medios digitales y virtuales tienen que existir
los parques zoológicos con animales condenados a sufrir un confinamiento de por
vida, gritan a voces? Pues por un lado porque gracias a los animales que están
en los zoos se han podido salvar algunas especies icónicas. Uno de los casos
más sonados es el de los bisontes europeos, que se extinguieron en libertad
pero que gracias a los que se habían conservado en zoológicos se pudo repoblar
el bosque de Bialowieza y actualmente goza de una sana población fuera de
peligro. O el caso del ferreret, el sapo endémico de Mallorca
que un programa del Zoo de Barcelona permitió la reproducción en cautividad y
el repoblamiento del hábitat para la protección de la especie.
También
los zoos son imprescindibles para que los niños desarrollen el respeto por la
naturaleza. “Proteges lo que amas. Y
amas lo que conoces”, reza una de las frases más usadas para la
justificación de la existencia de los parques zoológicos. Y a pesar de que en
televisión se emiten magníficos documentales que aproximan la vida natural a
los niños, no hay nada como una visita al zoo para hacerlos surgir una pasión
por los animales que se convertirá, de mayores, en una voluntad acérrima para
su protección.
Es
por ello que los zoos deben existir, y cuando uno ve a algunos parques zoológicos
como el Bioparc de Valencia, ese
convencimiento se multiplica por diez. Ahí los deberes se han hecho, y muy
bien. Se trata de un parque centrado en África,
con animales exclusivamente de ese continente, y distribuidos por todo el
recinto (de casi 100.000 m2) en una serie de entornos lo más grandes
y naturales posibles.
BIOPARC Valencia ha sido diseñado como un método
de zooinmersión, es decir, conseguir
que el visitante se adentre en el entorno animal como si estuviera realizando
un safari por la selva o la sabana africanas. Y realmente cuando uno entra en
el parque tiene esta sensación: en los cuatro hábitats representados (sabana
seca, humedal africano, bosque ecuatorial y Madagascar), los animales viven
junto a diferentes especies en un entorno parecido al natural y en una
proximidad muy grande al visitante. La vegetación se ha cuidado y hay plantadas
especies locales para dar más veracidad al recinto.
Sabana africana
Es el área que todo el mundo imagina cuando piensa en África. Leones, cebras, avestruces, rinocerontes, facóqueros, gacelas, hienas, impalas, jirafas, mangostas,... pueblan este espacio visible especialmente desde la terraza del restaurante principal, que recuerda a lo lodge africanos. Uno de los animales más curiosos para observar aquí es el Oricteropo (Orycteropus afer), que se alimenta de hormigas y termitas.
Bosque ecuatorial
En los bosques lluviosos del
África ecuatorial el agua es abundante y las especies animales que los habitan están
acostumbrados a la densa vegetación y a la humedad constante. Bongos, búfalos,
chimpancés, gorilas, cocodrilos, hipopótamos pigmeos, nutrias y leopardos entre
otros pueblan este hábitat que nos transportará a lo más profundo del corazón
de África.
Humedales africanos
La Cueva de Kitum: en el interior de esta cueva recreada con estalactitas y estalagmitas podemos ver una de las instalaciones estrella, el recinto de los hipopótamos en el que se les puede ver bajo el agua, como en un acuario. Cocodrilos del Nilo, ranas, pájaros de humedal complementan esta maravillosa copia de la cueva que se encuentra entre Kenya y Uganda.
Isla de Madagascar
Como isla diferenciada del
continente, Madagascar tiene muchos animales endémicos (cerca del 80%), por lo
que merecen un espacio propio dentro de BIOPARC, en un itinerario que nos permite
entrar en contacto directo con sus pobladores más conocidos: los lémures (hay
cuatro especies diferentes), dos especies de varis y la gran fosa, una especie
de nutria.
Bioparc no solo exhibe
animales o ayuda en la cría en cautividad, sino que la Fundación BIOPARC, la fundación sin ánimo de lucro
promovida por los dos BIOPARCS que hay en España (Valencia y Fuengirola), busca
desarrollar proyectos de conservación y divulgación, especialmente sobre la
preservación de bosques tropicales y mediterráneos en el mundo. Según el fundador
de Bioparc, José Maldonado, “hoy día no tiene sentido el mantenimiento de
animales en cautividad si esto no aporta un beneficio directo a las poblaciones
de animales en su medio natural”.
Ya sabes, pues, si te gustan los animales o quieres visitar África sin moverte de España, la próxima vez que visites Valencia escápate al BIOPARC.