La ciudad de Sofía, la capital de
Bulgaria, es una de esas ciudades a las que todo el mundo suena porque
alguna vez tuvo que aprenderse las capitales de Europa de memoria pero que casi
nadie sabe exactamente qué hay en ella. Lo más búlgaro que nos suena, además
del yogur, es Hristo Stoichkov, así que seguro que una visita a Sofía nos
sorprenderá por todo lo que tiene esta ciudad casi desconocida.
En
esta entrada te explicamos
QUE VER EN SOFIA
Ruinas romanas de Sofía
Para
conocer la parte más antigua de Sofía
basta con ir al centro de la ciudad. Hace unos años cuando se expandió la estación de metro de Serdika se
encontró lo que era un fragmento de la ciudad romana, con su calle, algunas
casas e incluso unos baños públicos. En el andén de la estación se conservan en
vitrinas algunos de los objetos que se encontraron, como si fuera un muse, y
mientras los pasajeros esperan el siguiente tren se pueden distraer y aprender
historia a la vez. En los pasillos y accesos a la estación también se encuentran
algunas ruinas tapadas por cristales, pero donde realmente se puede apreciar el
tamaño e importancia de las ruinas es afuera, en la calle, donde se ha dejado
al descubierto parte de esta ciudad
romana. La estación de metro toma el nombre de la población de Serdica,
habitada por la tribu Serdi de los tracios. El rey Filipo de Macedonia y su
hijo Alejandro Magno conquistaron la ciudad en el siglo IV a.C., pero no sería
hasta el 29 a.C. que los romanos llegarían para quedarse. Renombraron la ciudad como Ulpia Serdica y ya entonces reconocieron
su importancia dentro de la región. Es esta ciudad romana la que se puede ver
al exterior. Se conservan unas ocho calles de entonces, perfectamente
delineadas con bajos muros entre ellas ahí donde había las casas. Algunos
tienen incluso suelos de mosaico. Se ve también una basílica cristiana, unas
letrinas públicas e incluso las cañerías que llevaban agua para limpiarlas. La
mayoría de las ruinas son del siglo IV a IV d.C., pero hay algunas cosas
incluso más antiguas.
Iglesia de San Jorge
De
esa época es el edificio más antiguo de Sofía que aún se mantiene en pie. Se
trata de la Iglesia de San Jorge,
una construcción de ladrillo rojo que se levanta sobre otras ruinas y está
enclaustrada por el edificio de la presidencia. Parece ser que se construyó
inicialmente como un templo pagano en 313 d.C. se convirtió en baptisterio
para poder dar cabida a todas las conversiones derivadas del Edicto de Milán.
Posteriormente con la conquista otomana se convirtió en una mezquita y se le
construyó un almenar al lado, pero con la liberación y la llegada del siglo XIX
se derrocó el minarete y se reconstruyó el interior a su forma original.
Hoy
en día es la iglesia patrona de los soldados por la figura de San Jorge.
Alrededor
se encuentran las ruinas de una gran villa que se cree que perteneció al
emperador Constantino el Grande, quien llamó a Serdica “mi Roma”.
Presidencia de Bulgaria
La Iglesia de San Jorge se encuentra
dentro del patio interior del edificio de la Presidencia, donde tiene el despacho el presidente de la República de Bulgaria. Es por ello que
afuera un par de guardias con uniforme de gala guardan la puerta y en el
interior se ven otros dos guardias que custodian la bandera. Cada hora se puede
ver el cambio de guardia, bastante movido.
Sede del Partido Comunista
Frente
al edificio de la presidencia se encuentra la Sede del Partido Comunista, un edificio del clasicismo stalinista
construido por los rusos en los años 50. Antes su alta espira estaba coronada
por una gran estrella roja que fue retirada después de la caída del comunismo.
Estatua de Santa Sofía
En
la plaza Nedelya, en el centro de Sofía se había erigido la estatua de
Lenin en un alto pedestal justo enfrente del edificio del Partido Comunista. A
raíz de la caída del comunismo se derrocó a Lenin y en el año 2000 fue
sustituido por la estatua de Santa Sofía (Sveta Sofia), una mujer con los
brazos abiertos que da la bienvenida a la ciudad. Tiene 8 metros de altura y
llega hasta los 22 en una columna, pero la escultura tuvo un poco de revuelo
debido a su erotismo y reminiscencias paganas. El escultor Georgi Chapkanov
la ornamentó con una corona de oro y le puso unos laureles y un búho en los
brazos, de manera que al público se le hizo poco “santa” y quedó, simplemente,
como Sofia.
Iglesia Sveta Petka
La
pequeña iglesia de Santa Petka (Sveta
Petka) se encuentra semienterrada en el acceso al metro de Serdika, cerca
de las ruinas de la ciudad romana. Se construyó en el siglo XVI, bajo dominio
otomano, que restringían mucho las dimensiones de las iglesias permitidas. Su
interior es muy oscuro y se accede por la cripta, pero debido a sus dimensiones
y a la leyenda que dice que en ella fue enterrado el héroe nacional búlgaro
Vasil Levski merece la pena de visitar.
Mezquita turca de Banya Bashii
Cuando
los otomanos se hicieron con el país en 1382 Sofia, modificaron sus
construcciones y convirtieron a la ciudad en la capital de la provincia de
Rumelia. Construyeron fuentes y baños y decenas de mezquitas. En el siglo XVII
había en la ciudad once grandes mezquitas y otras cien más pequeñas. La única
que se conserva es la de Banya Bashi, junto a la estación de Serdika y
aún en servicio. Se construyó en 1566 con técnicas avanzadas que le permitieron
tener una cúpula de quince metros de diámetro. Su nombre, que significa muchos
baños, tiene sentido por encontrarse frente a una de las fuentes termales
de la ciudad
Baños públicos y fuentes de Sofia
Los baños centrales de Sofia ocupan un
edificio de principios del siglo XX que ahora tiene funciones administrativas pero
que son un reflejo de la abundancia de aguas termales de la ciudad. A su lado,
unas fuentes por donde todavía brota el agua sulfurosa y caliente son visitadas
a diario y a todas horas por ciudadanos cargados con botellas vacías para llenarlas
con el agua beneficiosa.
Iglesia de Santa Sofia
Es
la segunda iglesia más vieja de Sofia, del siglo VI, contemporánea de su
homónima en Constantinopla, y a pesar de que durante la dominación otomana fue
convertida en mezquita, actualmente se ha recuperado todo su esplendor pasado
como iglesia original. La campana, eso sí, continúa estando colgada del árbol
frente a la iglesia.
Catedral Alexander Nevsky
Que
la catedral de Sofía lleve el nombre de un santo ruso y que haya sido
construida a finales del siglo XIX no tiene nada de extraño. Después de la
expulsión de los otomanos y la recuperación del país como entidad independiente
los búlgaros quisieron agradecer a los soldados rusos que ayudaron a la
liberación construyendo esta gran iglesia catedral en su memoria y en honor de
su santo patrón, Alexander Nevsky.
Se
dice que en su interior caben 10.000 personas de pie.
Calle Vitosha Boulevard
La
más comercial de todas sus calles, peatonal y llena de tiendas de primera
línea, restaurantes y terrazas, Vitosha es la calle donde ir a pasear a
cualquier hora del día. También es donde más abundan las tiendas de souvenirs,
que tienen en su interior, y como producto estrella, todo tipo de variedad
fabricado entorno a las rosas que se cultivan en Bulgaria: perfumes, imanes,
cojines, aceites esenciales,…
Si
no conocías antes Sofia, no lo dudes más y busca tu billete de avión para ir a
conocer la capital de Bulgaria. Seguro que no te defraudará.
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Muchas
gracias a Cvetan Lazarov de Sofia
Tourism Administration por su inestimable ayuda en destino.
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Si te gusta la radio quizá quieras escuchar este programa especial sobre Sofiaque grabamos en el programa LA BUENA TARDE de RPA: