26 abr 2019

QUÉ VER EN SKOPJE (MACEDONIA DEL NORTE)


Skopje. Un nombre un poco difícil de pronunciar y que no todo el mundo reconoce como lo que es: la capital de un país de Europa. Y así es. La pequeña ciudad de medio millón de habitantes es la capital de Macedonia del Norte.
Fundada en el siglo III a.C. por los peonios a orillas del río Vardar, en los siglos sucesivos fue poblada por romanos, bizantinos, búlgaros, otomanos, kosovares y serbios hasta convertirse en la capital del país desde la independencia en 1991.
Su centro histórico compacto hace que sea una ciudad fácil de visitar y que nos va a sorprender por la riqueza y variedad de sus monumentos.

QUÉ VER EN SKOPJE

Se distinguen dos partes muy diferenciadas en la ciudad de Skopje: la ciudad antigua y la ciudad moderna, separadas por el río Vardar y unidas por el Puente Viejo.
QUÉ VER EN SKOPJE
  

El Viejo Bazar de Skopje

De la época de dominio otomano de la ciudad y el país podremos ver el segundo bazar más extenso de Europa (después del de Estambul), un laberinto de calles y callejuelos adoquinadas bordeadas de tiendas de todo tipo. Los cronistas del siglo XVII hablaban de más de dos mil tiendas en las que se vendía de todo, y aún podremos ver la organización de estas tiendas agrupadas por tipología, como por ejemplo la zona de joyerías (los macedonios suelen regalar joyas en casi cualquier celebración, de ahí la gran profusión de joyerías en el bazar).
Aquí y allá en el bazar encontraremos también varias fuentes para refrescarnos, cafés en los que tomarnos un espeso café turco (siempre acompañado de un vaso de agua y un pastelillo de delicia turca) y varias mezquitas de planta cuadrangular, elevada cúpula central y alto minarete de techo cónico que remite a las mezquitas de Estambul. También hay dos baños turcos, aunque ninguno de ellos funciona (uno de ellos se ha convertido en la Galería Nacional).  
El Viejo Bazar de Skopje

Caravanserais para descansar

Skopje se encuentra en el centro de un valle que era usado en las rutas comerciales que conectaban el Mar Negro con el Adriático, y era punto de parada obligada para las caravana de caballos y asnos que cruzaban el país. De ahí que en el bazar también encontremos los restos de hasta tres caravanserais (llamados aquí An), que servían para el descanso tanto de las monturas como de los mercaderes y que proveían al gran mercado de las mercancías más preciadas.
Kursumli An, caravanserai en Skopje

Uno de estos caravanserais es Suli An, ocupado actualmente por la facultad de Artes Visuales de la Universidad de Skopje. Otro es el de Kapan An, cuyo patio interior está ocupado por un restaurante tradicional y el piso superior abalconado está compartido, sorprendentemente, por una madrasa (escuela islámica) para niñas y un club nocturno, aunque, obviamente, no coinciden en horarios. El tercer caravanserai de Skopje que se mantiene de la época otomana es el de Kursumli An, del siglo XVI y que conserva todo el encanto de la época de las grandes caravanas. Casi nos parecerá ver a los mercaderes con sus ricas vestimentas. Y si nuestra imaginación no da para tanto, podremos visitar el Museo de Macedonia, que ocupa un edificio de los años 60, un poco destrozado pero que tiene una magnífica colección de arte folclórico del país, especialmente de vestidos tradicionales de cada rincón de Macedonia.  
Vestido tradicional de Macedonia

Mezquitas antiguas

En el viejo bazar hay varias mezquitas que siguen en uso (una tercera parte de la población de Macedonia practica el Islam), y las dos más importantes son la mezquita del Sultán Murad, del siglo XV, y que fue construida encima del monasterio de San Jorge destruido por los otomanos al conquistar la ciudad en 1392, y la magnífica mezquita de Mustafá Pachá, que data de 1492 y que, además de la forma típica de las otras cuenta también con un pórtico de mármol frente a la entrada. Puede visitarse, y en el interior de la cúpula veremos pinturas y cenefas naturales de la época. El jardín alrededor de la mezquita, que cuenta con una fuente para lavarse, está lleno de rosas, por lo que es un sitio ideal para sentarse a descansar admirando el arte otomano que se levanta hasta la punta del minarete.  
Mezquita de Mustafá Pachá

Iglesias del Viejo Bazar

También encontraremos algunas iglesias en el Viejo Bazar, aunque muchas de ellas son posteriores al gran fuego que asoló la ciudad en 1689. Por ello, las iglesias de San Dimitri y de la Ascensión de Jesús fueron renovadas en el siglo XVIII. Esta última es la más interesante. Se encuentra medio enterrada, puesto que en aquella época los otomanos no permitían erigir las iglesias al mismo nivel del suelo, pero en su interior descubriremos una de las joyas de Skopje, un iconostasio de madera esculpido en 1824 una precisa y milimétrica precisión decorado con varios iconos de la época, una maravilla artística conseguida en medio de una situación religiosa muy desfavorable que le da todavía más valor.     
Placa en la Iglesia de la Ascensión

Kale, la Fortaleza de Skopje

Muy cerca, y coronando la colina que se levanta frente al río Vardar, encontraremos las murallas de la extensa Fortaleza de Kale, que domina toda la ciudad. La construcción, que se remonta al siglo VI a.C. sufrió mucho durante el terremoto de 1963 que sacudió toda la ciudad. De ahí que la gran mayoría de los antiguos edificios de su interior solo aparezcan como ruinas. Pero las murallas fueron reconstruidas y desde la ciudad tienen un aspecto imponente, además de que las diferentes torres que se levantan en ella sirven como magníficas atalayas para contemplar la ciudad a nuestros pies.
Fortaleza de Skopje

La ciudad moderna

Para acercarnos a la ciudad moderna deberemos cruzar el río Vardar por alguno de los varios puentes que lo cruzan, pero el más interesante de ellos es el Puente de Piedra, uno de los símbolos de la ciudad y cuyos doce arcos aparecen en el escudo de armas. Tiene una longitud de 214 metros y nos introducirá en la zona recién modificada del centro urbano, un proyecto de centenares de millones de euros que ha transformado la cara de la ciudad. Los serbios ya empezaron a cambiarla en 1912, cuando Macedonia dejó de ser otomana y pasó a sus manos, pero el gran cambio es más reciente y tenía que haberse completado en 2014 (aunque todavía veremos varios edificios en construcción). Algunas construcciones, como el hotel Marriott, parecen viejos pero son muy recientes, ya que se diseñaron para dotar a la ciudad de un aspecto más europeo que el monumentalismo comunista típico de los años de régimen yugoslavo.
Puente de Piedra de Skopje

Fruto de esa renovación son también la gran cantidad de estatuas (algunas de ellas realmente monumentales) que decoran cada plaza. Dos de ellas destacan por estar enfrentadas: la de Filipo II de Macedonia y su familia y la de su hijo, Alejandro Magno. Los macedonios del norte se enorgullecen de proclamarse herederos del conquistado, pero en realidad el país actual dista mucho de la Macedonia original, que coincide más bien con la región de Grecia, de ahí que esta se opusiera a que el nombre del país vecino fuera Macedonia “a secas”. Las tensiones se han rebajado un poco desde que el 12 de febrero de 2019 el país cambió su nombre oficial por el de República de Macedonia del Norte pero, aun así, los macedonios norteños siguen teniendo a Alejandro Magno como su héroe ancestral.       
Estatuas en Skopje

La cuna de la Madre Teresa de Calcuta

De quien si pueden enorgullecerse los habitantes de Skopje es de su ciudadana más famosa: Anjezë Gonxhe Bojaxhiu. Nadie la conoce por este nombre, pero así fue bautizada en Skopje la Madre Teresa de Calcuta, que nació en la ciudad en 1910. La casa que la vio nacer quedó destruida por el terremoto de 1963, pero podemos visitar una casa memorial con varios objetos personales y fotografías de la santa en la que conoceremos un poco más de la vida dedicada a los pobres de esta monja de familia albanesa que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979.
Casa Memorial de la Madre Teresa de Calcuta en Skopje

La Porta Macedonia

De los últimos monumentos construidos es la Porta Macedonia, un enorme arco de triunfo de 21 metros de altura inspirado en el de París que cuenta con esculturas de Valentina Stefanovska (la misma de la estatua de Alejandro Magno). Fue terminado en 2012 y desde entonces se le ha criticado mucho (tanto por los propios habitantes de Skopje por su elevado coste como por los griegos, que creen que la mayoría de escenas de Alejandro Magno que se describen sucedieron en Grecia). Pero este es ya uno de los monumentos más famosos de Skopje y, como su nombre indica, la puerta que nos permitirá conocer el resto de un país que acabará sorprendiéndonos.   
Porta Macedonia



Entrevista en captain Cook's Log

Lo sé, lo sé. Soy muy anglófilo, pero cuando hay que hablar de exploraciones y exploradores, tengo tendencia a recordar siempre a grandes viajeros anglosajones. Y uno de los mayores y más admirados de estos es sin duda el capitán James Cook (1728-1779). Nacido de una humilde familia labriega, el joven Cook se trasladó a Whitby como aprendiz de marinero y poco a poco ascendió en el escalafón social gracias a sus habilidades y esfuerzo hasta convertirse en uno de los héroes británicos más conocidos por sus tres grandes viajes de exploración en los que puso en el mapa varias islas del Pacífico, se acercó a la Antártida y al Océano Ártico y "redescubrió" Nueva Zelanda y Australia. 

He viajado por todo el mundo siguiendo sus pasos, desde su lugar de nacimiento en Marton, pasando por Whitby y Londres, hasta los confines de los océanos en Alaska, Hawai'i, Nueva Zelanda, Australia, Tonga, Java y otras islas y tierras en las que recaló.
En la revista Cook's Log, que publica la asociación Captain Cook Society me entrevistan este mes para hablar de estos viajes en pos del capitán Cook.   


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