Dicen que una de las razones para que Hitler invadiera
Polonia fue apoderarse del puerto de Gdansk,
Danzig, como lo llaman los alemanes.
La noche del 1 de septiembre de 1939, las tropas nazis capturaron esta ciudad
al borde del mar Báltico por una razón: es uno de los puertos más importantes
de este mar.
Nació a finales del
siglo X a partir de un castillo construido por el rey Miecislao I de Polonia. Floreció como centro mercantil del
comercio entre Escandinavia y Europa, y de 1308 a 1454 formó parte del dominio
teutón centrado en el vecino castillo de Malbork. Volvió a Polonia hasta que el
país se dividió en el siglo XVIII y pasó a Prusia de 1772 a 1920, para entonces
pasar a ser una ciudad libre bajo la tutela de la Sociedad de Naciones hasta
1939, cuando la capturaron los nazis.
Con todo este cambiar de manos en su historia es evidente
que Gdansk tiene mucho para contar al viajero que la visite. Aquí explicamos algunas de sus mayores atracciones:
QUÉ VER EN GDANSK
Aunque es una ciudad abierta al Báltico, se encuentra al
margen del río Motlawa y no al lado
del mar, cosa que determina una zona portuaria muy tranquila pero dinámica a su
vez. Después de la segunda guerra mundial se reconstruyeron muchos de sus
edificios más emblemáticos, muchos de los cuales tienen un aire holandés por su
relación con las otras ciudades de la Liga Hanseática, de la cual Gdansk formó
parte y con las que hacían intercambios comerciales.
Por ello el frente portuario de Gdansk tiene todavía hoy un aspecto muy comercial, habiéndose
conservado el aspecto medieval original de la población.
Ruta real
La Ruta Real
transcurre por la calle peatonal más transitada de la ciudad y donde se
concentran la mayor parte de los edificios históricos, a lo largo de la calle Dluga, y pasa por varias puertas
ornamentadas, como la Puerta Alta o
la Puerta Dorada. La mayor parte de
los edificios de la calle pertenecieron a mercaderes y burgueses enriquecidos
que quisieron decorarlos en estilo flamenco o alemán.
Al llegar al ayuntamiento, del siglo XIV y con una gran torre rematada con un campanario barroco, la calle se ensancha en una plaza en la que se erige el símbolo de la ciudad, la Fuente de Neptuno, con su tridente. Neptuno fue el símbolo de la ciudad por su relación marinera, y a la que el dios del mar parecía bendecir con riquezas innumerables.
Al llegar al ayuntamiento, del siglo XIV y con una gran torre rematada con un campanario barroco, la calle se ensancha en una plaza en la que se erige el símbolo de la ciudad, la Fuente de Neptuno, con su tridente. Neptuno fue el símbolo de la ciudad por su relación marinera, y a la que el dios del mar parecía bendecir con riquezas innumerables.
La fuente se encuentra delante de Artus Court, lo que había sido el edificio donde se encontraban los
mercaderes para discutir sobre sus negocios.
El Museo del Ámbar
Una de las riquezas de Gdansk fue el ámbar, la resina fosilizada
de árboles prehistóricos que se encuentra en las playas cercanas después de las
tormentas. Polonia es uno de los principales productores del mundo, y Gdansk su
capital mundial, por lo que la visita al Museo
del Ámbar de la ciudad es una cita ineludible para entender la historia que
hay detrás de este fósil-joya.
El museo además se ubica en una de las torres de la antigua
ciudad fortificada, en la Puerta de Fore,
un edificio del siglo XIV con muchas escaleras pero que añaden el encanto de un
recinto histórico a una colección impresionante de trozos de ámbar no solo de
tamaños y calidades distintas, sino también con todo tipo de inclusiones, desde
los típicos insectos hasta una de las pocas lagartijas aprisionadas en resina
fósil del mundo.
Torre-Grúa medieval
Una de las joyas de Gdansk es la Torre-Grúa (llamada Zuraw en
polaco) de origen medieval. Servía para descargar las barcazas de mercancías,
pero a su vez tuvo también una función defensiva ante ataques marinos. Ya se
menciona en 1367 y fue la grúa más grande de Europa en el medievo. Una segunda
grúa se montó en el interior todavía más alta superando los 11 metros de
posibilidad de elevación hasta los 27 actuales. En el siglo XIX dejó de
utilizarse en beneficio de las grúas motorizadas, ya que el mecanismo interior
era con propulsión humana andando por dentro de una rueda como los hámsters.
Ahora actualmente forma parte del Museo Marítimo.
Museo Marítimo
Como ciudad vinculada totalmente al mar, Gdansk posee una
colección impresionante de recuerdos marinos, todos ellos expuestos en el
magnífico Museo Marítimo.
Una de las atracciones del Museo Marítimo de Gdansk es la visita al Soldek, el primer barco
fabricado en Polonia después de la Segunda Guerra Mundial y que exhibe en su
interior una retrospectiva histórica del trabajo en las atarazanas de la
ciudad, además de convertirse su puente de mando en un perfecto balcón para ver
el puerto de Gdansk y el movimiento de embarcaciones por el río.
Castillo de Malbork
Muy cerca de Gdansk se encuentra la ciudad fortaleza de Malbork (o Marienburg), la ciudad capital del territorio de los caballeros Teutones que controlaron Gdansk durante un tiempo. Hecha enteramente con ladrillo rojo, la fortaleza es la más grande fortaleza construida de este material y fue sede de la Orden Teutónica, Hospital, armería y monasterio. Sus vistas junto al río Nogat son magníficas y no es de extrañar que haya sido incluido en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
Comer en Gdansk
Las calles más céntricas de Gdansk están llenas de variados
restaurantes en todas sus posibilidades que permiten degustar la gastronomía típica
de la ciudad, que combina elementos polacos y bálticos con influencias alemanas
y escandinavas. Uno de los platos típicos son las Patatas al estilo de Gdansk, (Ziemniak po Gdansku) con crema y arenque. Deliciosas…
La ciudad de Gdansk no es solo importante por sus edificios,
sino también por algunos de sus hijos con personajes famosos como:
- Lech
Walesa
- Günter
Grass
- Klaus
Kinski
- Arthur
Schopenhauer
- Daniel Fahrenheit
Aunque quede lejos de las rutas tradicionales de visita de
Polonia, Gdansk bien merece un desvío para conocer esta ciudad llena de
historia, cultura y, sobretodo, aires medievales…
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