¿Alguien no ha visto aún la película Atrapado en el
tiempo? Es esa en la que Bill Murray interpreta a un hombre del tiempo de
televisión que se queda atrapado en un bucle infinito temporal en el que
despierta cada mañana para encontrarse dentro del mismo día: el 2 de febrero.
Hoy.
Y es que para la tradición de Estados Unidos y Canadá hoy es
el famoso Día de la Marmota (Groundhog Day), el día en que en
varias poblaciones de los dos países se interpreta el tiempo meteorológico
venidero en función del comportamiento de un animal, la marmota (Marmota monax). Si la marmota sale de su
escondite, significa que el invierno será corto. Si se queda en su madriguera,
el invierno será aún crudo y largo. La marmota más famosa de todas es Phil, el
animal que dicta sentencia climática desde el pequeño pueblo de Punxsutawney, en Estados Unidos. Su versión más conocida en Canadá es Wiarton Willie.
A pesar de ser una tradición que se remonta a 1887, cuando
unos cuantos granjeros locales iniciaron el ritual, el método no tiene ningún
fundamento científico, y varios estudios le dan entre un 37 y un 39% de
probabilidad de acierto, cosa que significa que casi es mejor preguntar lo que
opina el vecino. En los países anglosajones la tradición viene influenciada por
el Imbolc, una celebración celta la
cual también servía para hacer pronósticos meteorológicos a partir de la
observación de si las serpientes o los tejones salían de sus madrigueras.
En el área de influencia de la iglesia católica, el 2 de febrero también es un día de
cambio de tendencia, cuando se celebra la Candelaria.
Es cuando se cumplen 40 días de la celebración de Navidad y cuando tradicionalmente
se desmonta el pesebre y se quita la decoración navideña, marcando el final del
período navideño. A medio camino entre el solsticio de invierno y el equinoccio
de primavera, es también el punto de inflexión para superar el rigor del
invierno y empezar a adentrarse hacia la primavera.
En Cataluña las condiciones del propio día sirven para
pronosticar la meteorología de los próximos días, y hay un dicho popular que
dice:
Si la Candelera plora,
l’hivern és fora;
Si la Candelera riu,
el fred és viu.
Y que lo interpreta como que si el día de la Candelaria
llueve, la primavera tardará menos en llegar, que es casi igual al dicho
popular inglés:
If Candlemas be fair
and bright,
Winter has another
flight.
If Candlemas brings
clouds and rain,
Winter will not come
again.
En la celebración cristiana, la Candelaria conmemora la
presentación de Jesús en el Templo (un acto que siempre involucraba el uso de
candelas de cera) y la purificación de María, una de las fiestas marianas más
antiguas, instituida ya en el 496 d.C. por el Papa Gelasio.
Pero en realidad los romanos ya celebraban una fiesta
parecida, la Parentalia, en la que iban en procesión y vestidos de negro hasta el
cementerio, vela en mano, para guiar las almas de los difuntos, y por tanto ya
era una celebración que involucraba la luz de las velas como un significado de
vida y del sol. Es por ello que a la Fiesta
de la Candelaria también se la conoce como la Fiesta de la Luz.
Cuando el cristianismo llegó a América, se sincretizó su
significado con las fiestas locales, especialmente en México, donde se celebra como finalización del Día de Reyes. El 6
de enero tradicionalmente se come el Roscón de Reyes, un pan dulce que suele
tener pequeñas figuras del Niño Jesús escondidas entre su masa. Es tradición
que a quienes les toca el Niño en su trozo de rosca se juntan por la Candelaria
para invitar al resto de comensales a una tamaliza,
una comida que consiste especialmente en tamales y atole, ambos productos de maíz.
La tradición tiene raíces prehispánicas, puesto que el 2 de
febrero coincide con el undécimo día del primer mes del antiguo calendario
azteca, cuando se hacían ofrendas al dios Tlaloc
(el de la lluvia) y a sus ayudantes, los Tlaloques, para pedirles unas buenas cosechas. Aún hoy en día en
muchas iglesias de México los campesinos traen para la Candelaria algunas mazorcas
para que sean bendecidas, ya que no se tardará en empezar de nuevo el ciclo
anual de plantación/recolección.
Dependiendo de la región de México, la festividad se
acompaña con fuegos artificiales, bailes populares, procesiones, ferias, música
de banda, decoraciones florales o, como en La
Candelaria de Coyoacán, en el DF, la elaboración de unos tapetes de aserrín
pintado en el suelo, que se remontan a épocas prehispánicas. Y se suele acompañar con una típica atolada en la que se sirve atole de
pinole, una bebida caliente a base de maíz molido y que ayuda a calentarse en
esta época en la que el frío aún impera.
Así que ya sea en Estados Unidos, en Canadá, en México o en
Cataluña, esperemos que las marmotas salgan sonrientes o que el día sea
lluvioso. Así el invierno tendrá su fin cerca y se irá acercando, cada vez más
rápida, la primavera…
Puedes escuchar las curiosidades del dia de la Candelaria en el programa que le dedicamos en en Radio Asturias, en el programa La Buena Tarde.
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