Mercado navideño de Jena (foto de Rene Schwietzke) |
Hay un documento que cita el mercado Striezelmarkt de Dresden, en
Alemania, como ya en funcionamiento en 1434. Es el primer registro escrito
que se conoce de un Mercado Navideño
alemán (Weihnachtsmarkt), una
tradición que parece remontarse al siglo XIV y que hoy en día llena de vida,
luz y color las noches de los días previos a la Navidad en casi todas las
ciudades de Alemania.
Visitar uno de los
mercadillos navideños de Alemania nos va a permitir disfrutar de todos los
sentidos: celebrados normalmente en la plaza mayor del pueblo o ciudad, los
mercados navideños suelen estar formados por un conjunto de puestos donde se
vende de todo relacionado con la Navidad. Varios artesanos suelen trabajar en
directo para que los visitantes puedan apreciar sus trabajos y a la vez
personalizar sus compras. Los puestos de comida invitan a descansar, reponer
fuerzas y apreciar la diversidad gastronómica del país. Las tiendas de objetos
navideños van a ser la excusa perfecta para que regresemos a casa cargados de regalos
con los que decorarla. La música de los puestos callejeros nos van a entretener
la tarde y con las atracciones infantiles los niños van a apreciar todavía más
la magia de la Navidad alemana.
Aquí van algunos consejos
para aprovechar al máximo una visita a un Mercado Navideño alemán:
- Aprovecha el viaje para conocer la ciudad en el que se ubica el mercado. En casi cada ciudad de Alemania se monta un mercado alemán. En algunas ciudades grandes puede incluso haber más de uno. En Berlín, por ejemplo, hay hasta sesenta. Si lo que buscas es viajar también en el pasado, puedes visitar alguno de los mercados navideños alemanes que se hacen en alguna de las ciudades alemanas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: Goslar, Ratisbona, Hildesheim, Bamberga, Lubeca, Tréveris (Trier), Aquisgrán (Aachen), Espira (Speyer), Weimar, Quedlinburg, Wismar o Stralsund. Además de disfrutar del mercado navideño podrás también disfrutar de la historia y la belleza del centro de estas ciudades. Algunos mercados, como el de Bad Wimpfen, permiten al visitante viajar a la Edad Media de forma aún más realista con los trajes y disfraces que llevan los vendedores, ataviados como si hubieran viajado en el tiempo: se pueden ver tenderos, monjes, caballeros y elegantes damas con sus vestidos de época…
- Abrígate del frío: El mejor momento del día para visitar un Mercado Navideño es por la tarde, cuando el sol se pone y todas las luces de las paradas se encienden. El problema es que a esta hora, sin el poco calor que el sol pueda generar, todavía hace más frío, por lo que hay que ser previsor y abrigarse mucho.
- Haz una pausa para comer y beber: el frío y el hambre se pueden contrarrestar con la variada gastronomía que se nos ofrece en los Mercados Navideños de Alemania. Hay una gran diversidad de productos según la ciudad y el Land donde nos encontremos, pero seguro que en todos ellos vamos a poder calentar nuestro cuerpo y nuestro espíritu con un poco de Glühwein, el célebre vino caliente con especias. También podremos encontrar dulces, almendras garrapiñadas, galletas (los famosos speculoos de jengibre están deliciosos) o los archiconocidos Bratwurst,…
- Aprovecha para comprar detalles navideños: la presencia de muchos artesanos en las paradas de objetos navideños nos va a permitir ver como se fabrican los objetos navideños y pedir al artista que nos lo personalice. Hay muchísimos regalos posibles a comprar en un Mercado Navideño, en especial bolas de cristal decoradas, gorros y bufandas de lana, calendarios de adviento y sobretodo los conocidísimos cascanueces de madera, el más representativo del cual suele ser un soldado con una enorme boca con la que hacer palanca para romper las nueces.
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